lunes, 28 de septiembre de 2009

"... Y comieron perdices" (Obra-Collage). Tercer fragmento

(Solo en medio de la fiesta, el novio habla angustiado. Nadie le escucha)

Novio- ¿Lo hago? ¿Lo hago o no lo hago? ¿qué hago?... ¿no sé qué hacer, o sí sé que hacer, pero no sé que lo sé?... ¿me estaré volviendo loco? ¿o me estaré volviendo cuerdo?... (Silencio) Cuerdo... ahora que me acuerdo... yo la quería ¿no? La quería, y ¡se ha convertido en una cuerda con la que sin dudarlo me ahorcaría!

¿Qué hacer? ¿ahorcarme con la cordura? ¿dejar que me salve la locura?... Tengo que decidirme ya: o me ahorco y revivo, o me quedo como estoy y sigo muriendo en boda.

(De pronto todos los invitados se vuelven a mirar al novio y exclaman)

Coro- ¡¡¿¿En boda??!!

Novio- ¡Perdón, perdón!... quería decir "en vida".

(Y sin pensarlo, el novio sale de escena dejando solo al "coro")

lunes, 21 de septiembre de 2009

"... Y comieron perdices" (Obra-collage). Segundo fragmento

(Vemos lo que podría ser una celebración nupcial cualquiera. De repente, en pleno baile, los invitados asumen el papel de un coro griego y comienzan a increpar al novio).

Coro- ¡Un remedio!¡Necesitas un remedio! ¿Es que no lo ves?

Novio- Eh...

Coro- Y lo necesitas con urgencia, me parece...

Novio- Yo...

Coro- A ver ¿tú te sientes bien como estás?

Novio- Pues...

Coro- ¡Pues claro que no! ¿Cómo vas a sentirte bien, con esa
cara de pariflasto que tienes?

Novio- (Entre indignado y sorprendido) ¿Pariflasto?

Coro- Sí: pariflasto.

Novio- Pero... ¿qué dice?

Coro- Digo que ahí te quedas; si tu no piensas ir a buscar un remedio, yo sí. Cuando se te quite la cara de pariflasto me avisas. (Y el coro sale de escena, dejando vacía la fiesta y al novio con cara de... eso.)

"Continuará"...

domingo, 6 de septiembre de 2009

"... Y comieron perdices" (Obra-collage). Primer fragmento

(Él entra en la habitación llevando una bandeja con el desayuno, mientras ella hace esfuerzos por levantarse)
-Él: ¿Has visto qué mañana tan radiante?
-Ella:
(con tono malhumorado)
¡Será para ti!... Porque yo no he pegado ojo
-Él: Ya... Pero los dos sabemos por qué
(Ella sonríe pese al entrecejo fruncido. Suena el teléfono)
-Él: No lo cojas
(Silencio)
-Ella: ¿Y si es lo que estoy esperando?
-Él: Pensé que te bastaba conmigo
-Ella: Casi.

(Silencio. Sólo se oye el teléfono. El lo descuelga y contesta)
-Él: Claro... Ahora mismo se pone
(Pasándole a ella el aparato)


CONTINUARÁ...