(Él entra en la habitación llevando una bandeja con el desayuno, mientras ella hace esfuerzos por levantarse)
-Él: ¿Has visto qué mañana tan radiante?
-Ella:
(con tono malhumorado)
¡Será para ti!... Porque yo no he pegado ojo
-Él: Ya... Pero los dos sabemos por qué
(Ella sonríe pese al entrecejo fruncido. Suena el teléfono)
-Él: No lo cojas
(Silencio)
-Ella: ¿Y si es lo que estoy esperando?
-Él: Pensé que te bastaba conmigo
-Ella: Casi.
(Silencio. Sólo se oye el teléfono. El lo descuelga y contesta)
-Él: Claro... Ahora mismo se pone
(Pasándole a ella el aparato)
CONTINUARÁ...
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Me suena, jeje... ¡¡A ver si leemos pronto cómo sigue!!
ResponderEliminarUn beso